Pasear con tu perro es uno de esos pequeños grandes placeres del día a día. Pero cuando llega el verano y el calor aprieta, lo que debería ser un momento de disfrute puede convertirse en un verdadero riesgo… si no eliges bien la hora.
Tras años paseando y entrenando a mis perros a diario, haga frío o calor, he podido comprobar algo muy claro: al amanecer y al atardecer, cuando la temperatura es más baja y el sol no castiga con tanta fuerza, jadean menos, se muestran más activos y disfrutan mucho más de cualquier actividad. A partir de esta observación, empecé a organizar no solo sus paseos y entrenamientos, sino también mi propia rutina diaria: les reservo las mejores horas para ellos, y dejo el resto del día para trabajar y entrenar yo.
No solo es más cómodo, también es más seguro y saludable para ellos.
El calor no perdona: los riesgos reales de pasear a tu perro en horas de sol en verano
Durante las horas centrales del día (entre las 11:00 y las 17:00), el suelo puede alcanzar temperaturas superiores a los 55 °C. Eso significa quemaduras en las almohadillas, golpes de calor y deshidratación severa.
Los perros no sudan como nosotros. Regulan su temperatura a través del jadeo, pero si el aire está caliente, ese sistema deja de ser eficaz.
¿Cuáles son las mejores horas para pasear en verano?
Sin duda, al amanecer (antes de las 8:00 o 9:00) o al atardecer (después de las 20:00).
En esas franjas horarias, la temperatura ambiente es más baja, el suelo no quema y el aire es más respirable. Noté que en esas horas mi perro se muestra más activo, más feliz y los paseos se alargan sin señales de agotamiento.
Pasear al amanecer: más energía, más bienestar
Salir con tu perro mientras la mayoría de personas aún duermen tiene un encanto especial. Todo es más silencioso, fresco y relajado. Es un momento del día que aporta paz y salud a ambos.
Y lo repito, porque ha sido clave para mí: veo que en el amanecer, mis perros están más activos y felices. ¡No hay mejor forma de empezar el día!
El atardecer como ritual de cierre
Para quienes no son amigos de madrugar, el atardecer es una excelente alternativa. Eso sí, asegúrate de que el suelo esté frío antes de salir. Puedes probar apoyando la mano en el pavimento durante 7 segundos. Si no la soportas, tu perro tampoco podrá.
En estos paseos ves más gente, más perros, y el ambiente suele ser más relajado. Es un cierre perfecto para liberar energía antes de la noche.
Beneficios reales de elegir las horas frescas
Elegir bien la hora del paseo tiene ventajas concretas, y no solo evita problemas de salud. Aquí algunos beneficios claros:
-
Mejora el rendimiento físico del perro.
-
Disminuye el jadeo y el agotamiento.
-
Se evitan quemaduras en las patas.
-
Se reduce el riesgo de deshidratación y golpe de calor.
-
El perro se muestra más relajado y feliz.
-
El vínculo entre ambos se refuerza al disfrutar más del momento juntos.
Consejos para pasear seguro con tu perro en verano
-
Lleva siempre agua fresca tanto para ti como para él.
-
Evita el asfalto caliente, busca césped o tierra.
-
Haz descansos frecuentes si notas que se cansa.
-
Usa arnés cuando va atado en lugar de collar. Facilita su respiración.
-
Observa su comportamiento: si jadea mucho, se echa o se muestra apático, vuelve a casa de inmediato.
-
No le motives a correr, respeta su ritmo natural.
- Conoce a tu perro, no todos los perros toleran de igual forma el calor y la humedad.
Conclusión: adaptarse al verano es cuidar a tu perro
No se trata de dejar de pasear o entrenar. Se trata de entender cómo afecta el clima a nuestros compañeros de cuatro patas y adaptarnos para su bienestar.
Cambiar la hora del paseo puede parecer un detalle menor, pero marca una gran diferencia.
Dejar un comentario